viernes, 25 de diciembre de 2015

El Innombrable

Montados en la moto de Álvaro íbamos a toda velocidad al hospital. Álvaro con el cuerpo tensado y la mandíbula apretada de rabia y yo abrazándolo por la cintura, aparte de para no caerme, para tranquilizarlo pero no daba resultado.

(...)

Una vez habíamos llegado, Álvaro espero a que yo me bajara, y así hice, él se quedo pensativo sentado en el asiento, yo mirándolo con los ojos preocupantes, y de repente se levantó como el diablo de su trono infernal, se bajo y tiro la moto sin importarle si se había roto algo, entró aun con el cuerpo tensado o incluso más y con paso muy acelerado, yo me quede detrás de él intentando detenerlo para que no pierda los pocos papeles que le quedan, subió a la planta donde su hermana estaba ingresada y empezó a buscar al culpable de su enfado. Realmente me estaba asustando ¿cómo una persona puede consumir tanto odio hacia otra persona?

Álvaro abrió la puerta de la habitación de Vane con euforia con la esperanza de encontrarlo ahí y únicamente encontramos a Mikel haciéndole cosquillas. Álvaro relajo poco a poco su cuerpo y su mente, pero por sus suspiros no estaba del todo relajado.

-¡Álvaro! -Exclama Vane con felicidad al ver a su hermano
-¿Lo has visto? ¿Estas bien? ¿Te ha hecho algo? -Empezó Álvaro a tocar a su hermana
-No, Álvaro, para -Decía Vane mientras intentaba apartar a su hermano de encima
-Lo siento

Tras charlar con Vane y Mikel, y de que Álvaro se pusiera pesado con que si volviera a aparecer aquella persona que le ponía de fuera de quicio que llamara a casa o a él sin dudar ningún momento, nos fuimos del hospital a cenar a algún sitio para olvidar la situación. Un sitio de comida rápida ya que no llevábamos mucho dinero encima.

-Cuando salgamos de aquí, ¿te apetecería dar una vuelta por la ciudad? -Pregunta Álvaro
-Claro, no hay problema

En cuanto nos subimos a la moto me abrace fuerte a la espalda de Álvaro, ya que sabia que le estaba dando vueltas al tema de su hermana.

-Tranquilo, saldrá bien
-No se Didi, son muchos años, años de rencor y odio, en cuanto lo vea lo mataré, por estas, no merece vivir una persona como él.
-Pero es...
-Ni lo nombres... No es nada -Me interrumpe Álvaro con los dientes apretados
-De acuerdo -tiemblo a causa del frío- ¿nos vamos?

Álvaro asiente y pone el motor en marcha y antes de quitar la pata se levanta del asiento y dejo de abrazarlo, se quita la chaqueta de cuero y me la tiende, quedando él en manga corta en pleno invierno.

-Pontela
-¿Y tú? -Pregunto aún sabiendo la respuesta
-No te preocupes por mi, pequeña, los dos sabemos quien aguanta más el frío

Y tiene razón, cojo la prenda y me la pongo, abrazo a Álvaro otra vez y nos empezamos a mover.

(...)

Al llegar a la ciudad, Álvaro aparcó a las afueras, en un puente abandonado. Nos bajamos y nos sentamos en el frío asfalto de la carretera. Yo seguía temblando de frío y Álvaro al verme se pone detrás mio y me abraza como un oso panda y nuestras manos se entrelazan.

-¿Sabes que eres la chica más guapa que tengo en mi vida? -Me dice Álvaro dando besos en mi cabeza
-¿Y tu hermana? -Pregunto con un tono divertido
-Me refería fuera de los lazos familiares

Contengo una risa, pero la suelto rápido ya que Álvaro también se estaba riendo.

-Te debo las gracias Didi, por no escapar y huir de mi por el peligro que puedo causar
-Eres tonto, te quiero y me da igual lo peligroso que seas, si hay un problema lo afrontamos juntos -Digo mirándole a los ojos

Álvaro sonríe y me besa

-¿Te apetece bailar? -Me pregunta separándose a milímetros de mis labios
-Que vergüenza
-No hay nadie, chica nueva

Lo pienso y sonrío, me levantó y ayudo a Álvaro a levantarse también.

-¿Sin música? -Pregunto
-Nada

Álvaro me agarra de la cintura y yo envuelvo mis brazos en su nuca. Sonríe por la pequeña distancia en la que nos encontramos y se acerca a mis labios, pero antes de besarme me echa hacia abajo sin llegar a tocar el suelo. Del susto suelto un grito y Álvaro ríe como si le fuera la vida en ello

-No tiene gracia
-¿En serio pensabas que te iba a dejar caer?
-No, pero...

El rugido de varias motos me interrumpen y hay como unas 6 enfrente nuestro con las luces prendidas, no reacciono pero Álvaro si, así que muy rápidamente me arrastra con él hasta el bordillo del puente donde estaba la moto de Álvaro.

-¿Que coño...? -Maldice Álvaro mientras seguía abrazado a mi
-¿Por qué hay seis motos que casi nos atropella?
-Vayamos a comprobarlo

Me suelta y vamos a ver de donde han venido aquellas motos que supongo que no tardarán en volver. A pocos metros se ve un lugar con muchas luces debido a las farolas y un montón de júbilo. A medida que nos acercábamos la gente se nos quedaba mirando muy confusos, pero no dieron importancia.

-Deben ser carreras ilegales -Afirma Álvaro
-¿¡Aquí también!?
-Si, aquí también

De pronto nos viene una pandilla de amigos un poco chulos

-Los nuevos -Dice uno moreno con el cuello tatuado
-¿Eh? -Pregunte confusa
-No os he visto por aquí nunca, debéis de ser novatos
-¿Perdona? -Ahora es Álvaro
-¿Vais a correr? -Pregunta el chico que estaba a la derecha rubio con un piercing en la ceja
-Estos que van a correr hermano... Seguro que no saben ni como son estas carreras -Dice el del cuello tatuado
-Se os ve que estáis muy seguros de vuestras palabras -Digo cruzandome de brazos
-¿Vas a correr tu, niñata?
-EH! Idiota, ¿a ti no se han dicho a que a las mujeres se les tiene respeto? Vámonos Didi, no vamos a correr
-Nenaza

No ha dicho eso, no lo ha dicho. Álvaro apretó los dientes e intentó ignorarlos, puso el motor en marcha.

-¿Te vas? ¿Tienes miedo a perder? Nenaza

Veo como se tensa los músculos y puedo notar que los ojos de Álvaro son bastantes más oscuros que el verde original de sus ojos.

-Didi baja, voy a competir contra este imbécil
-Álv..
-Didi -Pidió apretando los dientes

Le hice caso y baje, las seis motos de antes estaban volviendo y la siguiente carrera iba a empezar.

-Esperame aquí Didi, vuelvo enseguida
-Chico valiente, me gusta, ¿te apuestas algo? -Pregunta el tatuado
-500 pavos
-Tentador, acepto

Coge su moto y se dispone al lado de Álvaro. Una chica con un atuendo... Bueno no se como no se le ha congelado la sangre aún, da la salida. Cruzo los dedos.

(...)

500 pavos guardaba Álvaro en el bolsillo de su chaqueta, que por cierto la sigo llevando yo. El chico tatuado se acerca a nosotros.

-Esto no queda así
-Si ya, adiós perdedor

Álvaro recorría las calles con felicidad, ya ha olvidado el tema de su hermana y esta feliz por la carrera. Paremos en un bar para beber algo, aparcamos en un callejón a lado del local y nos metimos, pedimos unas cañas y brindemos por nosotros, la felicidad y las cosas buenas que ojalá sucedan

-¿Es de alguien la moto que esta aparcada fuera? -Pregunta una chica pelirroja y llena de tatuajes
-Si, es mía ¿por qué? -Dice Álvaro
-Te la están destrozando

Álvaro nada más que la chica acabará de acabar la oración, estaba fuera, salgo detrás de él y lo veo dando patadas a lo mas cercano que tiene, miro la moto y esta toda abollada y uno de los espejos jodido. A continuación el móvil de Álvaro suena.

-Vane
-No, Álvaro soy Mikel, a Vane le han dado el alta y no tiene ropa, y te preguntaba que si puedes ir a buscarle ropa a casa.
-Si, tranquilo
-Gracias Álv

Cuelga y maldice gritando. Entra, paga las cañas y vuelve a salir llama a un taxi que de pronto estaba pasando y paro en la cera

-Didi, ve a mi casa coge ropa de Vane y llevaselo al hospital -Me dice dándome las llaves de su casa

Álvaro paga al taxi sabiendo el recorrido de la ciudad al barrio y le paro antes de que me cierre la puerta

-¿Qué vas a hacer tú?
-Llevar la moto al taller -Me informa
-Ten cuidado
-Dalo por hecho.

Me beso rápidamente y ahora si que me cerró la puerta.

(...)

-Gracias -Le digo al conductor de taxi

Salgo y camino un par de calles hasta llegar la puerta de su casa. Abro y enciendo la luz, subo a la habitación de Vane y cojo lo necesario y lo meto en una mochila, bajo otra vez y antes de abrir la puerta... Me hablan.

-Eres muy guapa -Una voz áspera dice

Me giro, un hombre ebrio, sonriendo muy perverso, moreno, alto, envejecido me mira muy maravillado. El padre de Álvaro y Vane. Trago fuerte

-Gracias señor. Si no le importa me tengo que ir
-No, vamos a divertirnos -Dice agarrando mi cintura muy muy fuerte

Besa mi cuello y intento alejarlo, le piso el pie y mientras se hecha para atrás, suelto la mochila y saco mi móvil, marco el número de Álvaro, le doy a la tecla verde y de pronto veo mi móvil en el suelo.

-Puta

Me agarra del pelo y me tira al suelo, intenta levantar mi camiseta y lo empujo hacia un lado, por lo ebrio que estaba era fácil, me dirijo al móvil y antes de cogerlo me cogen del pie y me arrastra a centímetros de mi móvil, coge una botella de whisky y la abre

-Hola Didi, estoy de camino al hospital

Escucho decir a Álvaro desde mi móvil y grito

-¡ÁLVARO! SOCORRO

El innombrable que estaba encima de mi me pego una bofetada muy fuerte

-Callate zorra

Empezó a derramar whisky por mi boca mientras apretaba mi cuello y yo gritaba y lloraba. No aguantaba más, me estaba mareando y poco a poco estaba perdiendo la consciencia. Sentía el frío alcohol por mi cuello y antes de quedarme inconsciente escuche un golpe bastante fuerte.

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